lunes, 15 de enero de 2007

Esencias


Suena el despertador. Es de noche aún, noche fría y cerrada. Una niebla abundante lo cubre todo. Voy camino del trabajo y siento el frío en la cara. Es una fina escarcha que moja la piel y que me hace despertar. Aspiro el humo del cigarrillo y lo siento dentro. Exalo el humo y contemplo su fina silueta tras un fondo anaranjado de la luz de las farolas. Me siento despierto.
Llego al trabajo pensando encontrar las mismas cosas y personas de siempre. Algo cansado por verme dentro de un círculo de rutina que no aporta alicientes nuevos que me mantengan vivo. Una monotonía que te ciega e impide ver los pequeños detalles, las sutilezas de la vida. Pero hoy estoy despierto, el frío me ha despertado las esencias.
Esencia en la sonrisa de un abuelo, en el llanto de un niño, en las gracias que te da el que vuelve a su casa aliviado del dolor.
Esencias del alma humana que hoy de nuevo vuelvo a percibir, a sentir, a captar.
La esencia forma parte del ser, va unida a la existencia y por tanto tiene una forma tangible que se puede captar, oler, saborear, ver y sobretodo sentir.
Vivir para sentir esencias, otra forma de estar despierto a la vida. Otra forma de sentir.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A veces, por estas pequeñas cosas, somos lo que somos, nos convertimos en una cosa u otra dependiendo de nuestras frangancias favoritas...
besos!

Jack Johnson - Belle